La corrosión, se define básicamente como un proceso natural que provoca la transformación de los metales puros en sustancias indeseables cuando reaccionan con sustancias como el agua o el aire.
Esta reacción provoca el daño y la desintegración del metal empezando por la parte del metal expuesta al medio ambiente y extendiéndose a toda la masa del metal.
La corrosión suele ser un fenómeno indeseable, ya que afecta negativamente a las propiedades deseables del metal. Por ejemplo, se sabe que el hierro tiene una buena resistencia a la tracción y rigidez (especialmente aleado con algunos otros elementos).
Factores que afectan a la corrosión
- La exposición de los metales al aire que contiene gases como CO2, SO2, SO3, etc.
- Exposición de los metales a la humedad, especialmente al agua salada (que aumenta la tasa de corrosión).
- Presencia de impurezas como la sal (por ejemplo, NaCl).
- La temperatura: Un incremento de la temperatura aumenta la corrosión.
- Presencia de ácido en la atmósfera: los ácidos pueden acelerar fácilmente el proceso de corrosión.
Tipos de corrosión
Algunos de los tipos de corrosión son:
Agrietamiento por corrosión bajo tensión
El agrietamiento por corrosión bajo tensión puede abreviarse como «SCC» y se refiere al agrietamiento del metal como resultado del entorno corrosivo y la tensión ejercida sobre el metal. Suele producirse a altas temperaturas.
Ejemplo: Agrietamiento por corrosión bajo tensión del acero inoxidable austenítico en solución de cloruro.
Corrosión por picadura
La corrosión por picadura es muy imprevisible y, por lo tanto, es difícil de detectar. Se considera uno de los tipos de corrosión más peligrosos. Se produce en un punto local y procede a la formación de una célula de corrosión rodeada por la superficie metálica normal.
Una vez que se forma esta «fosa», sigue creciendo y puede adoptar diversas formas. La fosa penetra lentamente en el metal desde la superficie en dirección vertical, lo que acaba provocando un fallo estructural si no se controla.
Ejemplo: Considere una gota de agua en una superficie de acero, la picadura se iniciará en el centro de la gota de agua (sitio anódico).
Corrosión uniforme
Se considera la forma más común de corrosión en la que se produce un ataque a la superficie del metal por parte de la atmósfera.
La extensión de la corrosión es fácilmente discernible. Este tipo de corrosión tiene un impacto relativamente bajo en el rendimiento del material.
Ejemplo: Una pieza de zinc y acero sumergida en ácido sulfúrico diluido se disolvería normalmente en toda su superficie a un ritmo constante.
Corrosión a alta temperatura
La corrosión a alta temperatura, como su nombre indica, es un tipo de corrosión de los materiales (principalmente metales) debida al calentamiento.
El deterioro químico del metal puede producirse debido a una atmósfera caliente que contiene gases como el oxígeno, el azufre u otros compuestos.
Estos compuestos son capaces de oxidar los materiales (metales en este caso) con facilidad. Por ejemplo, los materiales utilizados en los motores de los coches tienen que resistir períodos sostenidos a altas temperaturas durante los cuales pueden verse afectados por una atmósfera que contenga productos corrosivos de la combustión.
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