Si llevas un buen tiempo en el mundo de la construcción, seguramente habrás escuchado muchas veces la palabra “Apuntalamiento”, pero ¿A qué proceso hace referencia esta expresión? Si te has hecho esta pregunta, entonces ¡Has venido al lugar indicado! Pues a continuación te vamos a mostrar qué es y para qué sirven los apuntalamientos a la hora de construir.
El apuntalamiento un proceso en el que se utilizan postes de algún material resistente, como puede ser el metal, para sostener algunas partes de una construcción para evitar que se derrumben mientras que se hace una obra determinada.
Principales usos de los apuntalamientos en construcción
Los apuntalamientos, sin importar el material que utilicen, se emplean principalmente en estos tres componentes de la construcción:
- El mantenimiento, en el que se aseguran cornisas, adornos, fachadas o cubiertas mientras que se desmonta alguna parte del edificio hasta que se encuentra un punto de seguridad para posteriormente repararlo o sanearlo si existe algún riesgo mayor.
- El derribo, en el que se utilizan apuntalamientos para asegurar materiales reutilizables como las tejas, lavamanos, inodoros o componentes de madera cuando se está demoliendo una parte o la totalidad de un edificio y se quieren aprovechar los recursos que tiene.
- La demolición completa, en la que se mantienen sostenidos los techos de un piso intermedio mientras que la parte de arriba está siendo desmontada. Aunque en este caso no se hace para aprovechar ningún material evita que toda la estructura colapse durante el proceso.
¿Son lo mismo apuntalamientos, apeos y encofrados?
Aunque tanto los apuntalamientos, apeos y encofrados sean muy parecidos porque todos ellos se utilizan para mantener firmes algunos materiales mientras que se desarrollan otros procesos en una construcción, lo cierto es que se diferencian en varios aspectos.
Por ejemplo, la diferencia entre el apuntalamiento y el apeo es que este último se hace como parte de la planeación de una construcción, especialmente como contención para el terreno mientras que se hacen las excavaciones mientras que el primero se usa cuando se necesita proteger urgentemente una parte del edificio ante un riesgo de derrumbe.
Por su parte, los encofrados son una especie de “molde” cuadrado compuesto por piezas de madera que se utiliza cuando se quieren construir columnas de concreto, sosteniendo esta mezcla mientras que se solidifica en lugar de cumplir todas las funciones del apuntalamiento convencional.
Ventajas de los apuntalamientos
Los apuntalamientos son muy utiles para la construcción pues aumentan la seguridad a la hora de realizar mantenimientos y demoliciones evitando que haya colapsos o derrumbes durante el desarrollo de estos procesos.
Además, permite rescatar personas que hayan quedado atrapadas en algunas partes del edificio cuando hay un temblor o un accidente que afecte su estructura. Por si fuera poco, son fáciles de montar y desmontar debido a que se utilizan temporalmente o en una urgencia.
Definitivamente utilizar apuntalamientos en la construcción es efectivo y te permite generar confianza en tus clientes sin importar el tipo de obra que vayas a hacer, así que ¡Utilízalas siempre que las necesites!
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